domingo, 27 de noviembre de 2011

ROCK E IDENTIDAD


Por Omar Rincón y Jonathan Pamerk

Por la música pasa una de las formas más fuertes de identidad, todos vivimos como la música que sentimos, la música nos asigna diferencia, nos produce sentimiento y nos hace ritmo. Cada uno es como la música que nos produce. La música nos determina un lugar y un sentimiento en la cultura. El rock junta clases sociales, hace música de lo industrial y lo urbano, expresa la ciudad, permite ir más allá de lo permitido. En el rock desfila una sensibilidad, difusa, ambigua, flexible que es libre en cuanto es capaz de expresar todo lo indecible.

Colombia en su música es un país más caribe: somos cumbia, puya, vallenato, porro, salsa, merengue y tal esto y aquello. Pero el rock es la música de la cultura-mundo; escuchamos y hacemos rock para sentirnos parte de la cultura-mundo. También se intenta hacer rock para ser de aquí. Ese sonar rudo y duro hizo aparecer al divino niño, al carajo, a los 100 pesos, al nojoda, y demás iconos de nuestra forma de ser colombiana. Sea de allá o de acá, el rock es una cultura, es un símbolo, es una red que jalona el cuerpo, hace fluir el alma y se pega a la piel.

El rock tiene que ver con el goce que no ríe y la expresión con actitud; el rock valora los amigos, la satisfacción inmediata, el ocio, la libertad y el estar bien; el rock siempre es resistencia, siempre libertad, siempre flujo ante los autoritarismos, la satisfacción con la vida.

El rock es identidad transnacional (ya que no es solamente colombiana), transclasista (gusta más allá del estrato del gusto), transgeneracional (junta a padres con hijos, a abuelos con nietos, suegros y yernos, etc.), ¿Será, que siendo cultura-mundo puede ser identidad local colombiana de aquí? Juntos en este POST, está Rincón y su Divino Niño, Carajo y sus protestas, Dr. Krápula y su rock fiesta, Pamerk y su ideología polirockista (aclaro, no estoy hablando del movimiento político azul de Sabanalarga). Cada uno sabe de rock, lo que más hacen es demostrar el rock, todos ellos en ritmo oral y escrito, intentan juntar eso del rock e identidad.

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