jueves, 31 de marzo de 2011

CUANDO SE PIERDE EL SEXAPPEAL


Luego de una corta discusión en casa se lograron sacar ciertas conclusiones partiendo del interrogante ¿en que cambia el amor y el sexappeal de una pareja el paso de los años y la llegada del primer hijo? Se que son terrenos escabrosos pero creo que es de considerada importancia manejar este tipo de temas para que usted sepa cómo actuar ante las situaciones que se presentan partiendo del interrogante ya mencionado.

Como primer detalle encontré que las más afectadas son las mujeres, porque su cuerpo sufre cambios con el primer hijo y eso es un valor agregado a la pérdida de su sexappeal y muchas veces la del apetito sexual, además de ello con la llegada del primer hijo generalmente suceden situaciones como cambio en los tiempos para compartir en pareja ya que hay un nuevo miembro en el hogar, desgaste por cambio de pañales, preparación de biberones, el baño del bebe, la compota, los paños húmedos, las vacunas, la cita con el pediatra, en fin todo generalmente entera responsabilidad de las mujeres, porque los varones se encuentran buscando el sustento diario

Durante los días en los que se pone a prueba el verdadero amor, es cuando se comprueba que tan genuino fue el sentimiento que se dio en la pareja antes del embarazo, y lo enamorados que estaban los varones para aprender a vivir con el nuevo cuerpo de sus señoras.

La perdida del sexappeal se presenta porque las mujeres se quitan tiempo que antes dedicaban a embellecerse, a instruirse, a trabajar o a lo que sea para dedicárselo a los hijos y también se da por la falta de dinero después del embarazo para pagar a personas para las labores domésticas, para pagar un tratamiento en contra de la gravedad o para detener los años.

Aunque las mujeres son las que visiblemente sufren de los cambios del paso de los años y de la llegada de los hijos, los varones no están exentos de perderlo también, existen muchos que con la llegada de los hijos y el exceso de trabajo descuidan su apariencia y la relación, con lo que se disminuye el nivel de relaciones sexuales por mes y el descuido de la familia hablando en términos generales.

Para contrarrestar esta situación se debe tomar conciencia de que un hijo cambia totalmente las cosas en una relación de pareja, que los embarazos dejan valores agregados con los que tanto varones como mujeres debemos saber convivir y que aunque un hijo sea nuestra razón de vivir no hay que olvidar que primero fue sábado que domingo y que hay que dedicarle tiempo a nuestra apariencia y nuestra relación, no importa el credo, la situación económica, las condiciones sociales o culturales en las que vivamos. Préstele atención y coja consejo.

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