De: El Productor
Para: Esos rateros de mierda
Cuanto más pequeña sea una población la corrupción puede llegar a ser más grande, increíblemente es cierto e increíblemente es lo que sucede en Sabanalarga, cada gobierno que se posesiona, departamental o local viene con las supuestas intenciones de mejorar la equidad, de solucionar las necesidades prioritarias, de accionar un plan de desarrollo tendiente al desarrollo según las políticas de los ODM, y la globalización de la que hace tanto rato se viene machucando.
Son muchas las situaciones que se pueden citar en cuanto a la corrupción en esta población, sobre todo aquellas de abuso a erarios y presupuestos que nuestros o no, solo deben estar encaminados a solucionar un problemas o situación para lo que se armó un proyecto, se gestionaron unos recursos y se aprobaron unas políticas de cumplimiento como para que unos cuantos rateros de cuello blanco vengan a aprovecharse del trabajo que quizá unos cuantos u otros más tardaron tiempo relativo en construir.
Quisiera hablar expresamente de la situación del Hospital Departamental de Sabanalarga, muchos dicen conocer la situación, porque tienen acceso a la documentación o están haciendo veeduría constante a todos los movimientos y proyectos que allí se ejecutan, muchos otros conocen la verdad, y el resto solo sufre, indaga o investiga lo que allí sucede, pero en realidad nadie hace nada. Existen muchísimos que se dicen ser líderes, muchísimos de ellos abogados, muchísimos de ellos sufren a diario el mal servicio que allí se presta y en realidad es muy poco lo que se logra. Los sindicatos solo se preocupan por sus prestaciones, las cooperativas que devoran las entrañas de los usuarios internos y externos, y los administrativos que se dicen estar muy ocupados nunca aparecen con una razón que fundamente coherente y creíblemente lo que todos conocemos como una situación desastrosa.
En realidad la mayoría tiene la conciencia creyendo que papi gobierno nos tiene que dar todo, todos creemos que no hay nada que hacer, y a aquellos que llamamos sapos, lambones, lava perros, vendidos que al menos se interesan por indagar y resolver algo logran solo hacer medio tambalear las mentiras pero nunca los criminales han salido a la luz, y es porque las mismas leyes, y los mismos servidores públicos y funcionarios relacionados con toda esta situación se encargan de envolver todo el lio en una caracola a la que es muy difícil sacarle información.
Es evidente la sustracción de presupuesto que le hacen a las arcas del HDS, a diario escuchamos en los medios de comunicación las situaciones únicas que allí se ven, el déficit de más de 8000 millones de pesos, y la pregunta que todos se hacen ¿entonces para donde carajos coge la plata?, se conoce que el gobierno departamental no gira puntualmente los recursos, se conoce que al recurso humano constantemente le quedan debiendo hasta 10 meses de sueldo, se conoce que no hay insumos, que no hay material, que no hay medicamentos y que los instrumentos son precarios, y yo lo he comprobado las veces que por infortunio me ha tocado ir al hospital. ¿Entonces donde queda todo? ¿Existe documentación que muestre la realidad de la situación?, ¿existe verdadero compromiso de parte de los gobiernos departamental y local y de los administrativos del ente de salud? ¿Por qué nadie hace nada? ¿Por qué las personas sabiendo de antemano, los indicios y sospechas no investigan objetivamente los hechos?
Todos sabemos que a ese cuento le hace falta un pedazo, todos sabemos que esa historia no es verdad, todos sabemos que cuanto más elocuente es el discurso del político más corrupto es, y todos sabemos que en esta historia no priman los intereses de los usuarios, de los estrato uno, dos y tres que asisten, de los que deben hacer largas filas, esperar largos días, y perder mucho tiempo tras los mismos medicamentos, y aclaro que el mal servicio no se presenta por el personal médico, todos saben que es por culpa de unos cuantos que se aprovechan de lo de unos muchos.
Invito a la revolución, a que marchen, a que tiren piedra, a que griten en una sola voz, a que defiendan sus derechos, a que bajen del trono a los rateros, porque eso es lo que son, y aunque gracias a las porquerías de leyes que hay en este país sea yo el demandado por calumnia, solo tengo la felicidad de saber que morí luchando por la justicia, y eso sería lo que ellos quisieran, pero aunque se roben toda la plata del hospital, de Sabanalarga o del mundo entero, no existirá espacio donde no haya incertidumbre o infelicidad por la procedencia de los dineros que disfrutan injustamente.
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