jueves, 22 de noviembre de 2012

¿POR QUÉ NO ME GUSTA EL VALLENATO?



Después de una muy breve reflexión puedo concluir que el vallenato no me gusta sencillamente porque no me llega, así de simple. Sin embargo puedo expresarles a ustedes, sobre a todo a quienes me critican tanto por no parecer  “costeño” al no escuchar este genero musical, las razones por las que no me llega.

Sé que mis declaraciones pueden causar desconcierto, desacuerdo, desagrado y hasta disgusto, pero es mi preferencia, mi decisión y mi vida y además de ello, no soy dueño de la verdad absoluta ni mucho menos demeritaré el talento y el trabajo de quienes interpretan y trabajan el género.

Al grano:

En primera instancia, no sé si es debido a la técnica o al género en si, pero el promedio de interpretes no tiene una calidad vocal que cubra mis expectativas y mucho menos que me deje sorprendido.

No me gusta la manera en que versean o los melismas tan sucios que algunos hacen y todos tratan de imitar, en otras palabras, no me gusta la forma de entonación, la melodía en si.

En realidad no me gusta que de cien mil canciones vallenatas, novecientas noventaynuevemil sean de me dejaste, te dejé, eres lo único que tengo, mi amor, mi musa, mi diosa, en fin.

Es un género machista porque incluso sus letras son machistas, las mujeres que han incursionado en realidad no han tenido un éxito remotamente comparable con el de los varones interpretes, y a decir verdad nos parece ordinario ver a una mujer tocar un acordeón o una  caja.

El género musical es un estilo de vida, somos salsa, somos rock, somos folclor. Y el estilo vallenato, la forma de vida, su forma de vestir, su forma de hablar, su ideología, no es que vaya mucho con la que tengo.

Los cantantes vallenatos no tienen un performance que cubra mis expectativas y gusto, no es que los quiera ver bailar o promover shows futuristas, es que en realidad no comparto que este un publico borracho aplaudiendo y vitoreando cualquier declaración sin fundamento que en alguna presentación pueda expresar cualquier interprete.

A la mayoría nos gusta el alcohol ¿cierto?, pero ningún personaje publico o artista debe promoverlo, y la mayoría de los interpretes vallenatos lo promueven.

No se si es porque soy un completo hijueputa o qué pero a mi no me dan esos ataques estremecedores que suelen darle al promedio de las personas que tienen el genero vallenato como primera opción de audio, y cantar a grito herido y alta desafinación la poesía que se escribe, porque eso sí, mis respetos para la letras vallenatas, consideraría que son de las mejores cosas que se han escrito en la historia.

Algún día alguien me expreso que no le gusta Diomedes Díaz ni su descendencia, es inexplicable, yo lo se, pero es que a mi tampoco me pasa su música, ni a palo.

En realidad bailar un vallenato de son o paseo es algo tedioso, si lo he hecho ha sido solo por complacer a la mujer con la que bailo, es lo más soso que puede haber y aun más si con quien bailas no es tu pareja y no existe atracción.

Las letras vallenatas y los videos, expresan generalmente amor, desamor, amor , desamor, amor, desamor, cachos, que se los pusieron, que se los van a poner, que se la van a meter, que se la van a sacar, es como el reggaetón en versión decente, palabras bonitas, pero para ese mismo hueco van.

Bueno, he aquí unas de las razones porque el vallenato no me llega, no me gusta. Si me van a vení a decí que no soy costeño, pueden clavarse el deo gordo del pie por donde les parezca, es lo que siento, y ante eso no puedo disculparme. Que realmente entre gustos no haya disgustos.

PSDT.: No puedo desconocer que me gusta uno que otro vallenato de Kaleth Morales, Kvrass y Jorge Celedón, y a Carlos Vives no lo clasifico en esta categoría, por lo del rock de mi pueblo.

sábado, 10 de noviembre de 2012

THE BEGGININS "BOGOTA"



Han pasado ya 3 meses desde que estoy aquí, han pasado tantas cosas y nada que suelo confundirme con ciertas apreciaciones. No puedo desconocer que el cambio fue lo que esperaba y más, porque a pesar de lo que no ha llegado, tengo una nueva visión de las cosas, tampoco puedo ser tan trascendental y decir que mi vida ha cambiado para siempre porque no es así, simplemente nuevos aires, nuevas personas y otros aspectos por conocer te dan una nueva perspectiva y variedad de cosas por pensar, hacer y decidir.
El tiempo corre más rápido al parecer y tus intensiones varían según lo que vas descubriendo, porque cada salida es un desafío con tus límites y tus metas por cumplir, son muchos caminos que se presentan unos muy fáciles de desechar, otros duros de dejar, pero en el fondo del corazón hay un verde que no deja que te rindas, no se si es el cielo o la idea de que todo es más grande, quizá sea la comodidad del clima, quizá sea que a todos le vale madre las cagadas que quieras emprender. Es una libertad rara, porque a pesar de tener todos los caminos a disposición se encuentran ciertas ineludibles exigencias en el camino que  tenemos que enfrentar.

La visión aumenta, la mente se abre y es innegable que el corazón se cierra, y más que yo lo tenía cerrado, pueden imaginar un corazón de acero indolente ante la necesidad, ¡pero no! Es simplemente que se le da el valor a las personas o las cosas según ellos te lo dan a ti, es una especie de interés y sentimientos, la idea de que nada es gratis y así debe ser como yo también doy las cosas, sea todo esto dicho alejado de cualquier precepto de solidaridad, amistad, amabilidad y cualquier emoción que se genere tras una vivencia.
Amo y odio el sistema, por la carencia de medios de trasporte eficientes, porque me siento cual esclavo moderno cuando en esos buses biarticulados  todos de pie aferrados a cualquier rincón, siempre con afán de lograr tiempo o comodidad, sin importar por encima de quien pasamos. Son las largas esperas, las largas caminatas, los eternos puentes, si llueve de repente, si simplemente todo es gris, hasta la ropa. Pero son esas caras de felicidad, esos viernes, muchos lugares por visitar, tanto verde y tantos planes freelance que te dan oportunidades para no quedarte en casa.

No es como dicen y siempre he lo he dicho, y comprobé que nada es como me lo contaron y que cada uno vive su experiencia según su visión y principios y por lo tanto nadie puede encasillar una ciudad o experiencia dentro de parámetros o medidas porque simplemente una cosa es diferente de la otra, y una ciudad de convierte en una elemento de carácter diferente cuando cada uno se empieza a relacionar con el.

¿Y me preguntan que si extraño?, yo simplemente digo que dejémoslo así.