lunes, 21 de mayo de 2012

NOS ESTÁN MATANDO


Los días vienen cada uno con su ajetreo, cada uno sigue viviendo su vida a su ritmo, descubriendo, disfrutando, envejeciendo, ganando o fracasando, cada uno en su propio destino, cada uno tomando decisiones trascendentales o no, cada uno siendo responsable de los eventos que nos suceden, de las situaciones que enfrentamos, la vida que vivimos a diario.
Cada uno en su sendero, cada quien espera buenas cosas de la vida, cada uno asume la realidad, cada uno espera vivir lo que el promedio de vida indica, todos esperamos vivir un promedio de vida de 80 años o menos,  pero las enfermedades, la contaminación, la temperatura, las condiciones socioespaciales, el desempleo, y cualquier situación inimaginable nos está matando, y quiero hablar especialmente de una de ellas, el homicidio.
El fleteo, el narcotráfico, la extorsión, rencores, celos, limpieza social,  venganzas, injusticias, secuestros, atracos, atentados, bacrim, balas perdidas, vacunas, trasteo ilegal de semovientes, riñas, porte ilegal de armas, armas blancas, guerras, ruletas rusas, robos, deudas, espionaje, inmigración ilegal, polizontes, micro tráfico de sustancias psicoactivas, y cualquiera de los delitos sinónimos de las situaciones que encadenan al homicidio en cualquiera de los grados, culposo o no culposo.
No es necesario hablar de estadísticas para identificar causas, no es necesario hablar de estadísticas para procurar aumentar en seguridad, para hacer pagar a los culpables, para liberar a los inocentes, para que nosotros, los ciudadanos comunes que nos toca ver a diario en los noticiarios y en nuestras propias localidades como matan a la gente sin importar quienes estén cerca o que eventos se estén realizando, a los asesinos ya que les importa, a los asesinos solo les importa su recompensa traducida en especie o en satisfacción, traducida en culpa o en enfermedad mental permanente, en demencia o en un final pero que el que le ha propiciado a su destino.
A decir verdad cada quien se está volviendo insensible frente a esos actos, a cada quien le toca presenciar esos actos casi que a diario, desde la perspectiva de un simple un ciudadano o como todo un agente secreto de la seguridad nacional,  todos nos volvemos insensibles frente a esos actos porque con arrugar la cara mientras vemos o leemos las noticias no solucionamos nada, y no invito a formar un frente de seguridad, porque con el hecho de decir “pobrecito”, “¡ay! qué pena”, o efectos de esa clase no estamos colaborando en nada para evitar que nuestra descendencia viva en un mundo teñido de rojo, mucho más inseguro del que nos toca vivir a nosotros. En realidad pienso que será peor con los días, mataran en nuestras narices y nosotros como si nada importante hubiese pasado, pero nunca se sabe, si por error o por balas perdidas seamos nosotros quienes hagamos parte de ese nada importante evento que sucedió en nuestras narices.
Yo no invito a que investiguen, no invito a que desmantelen, no invito a crear frentes de seguridad, no invito a nada que exponga la vida, simplemente a que desde nuestro alcance tomemos conciencia de que somos responsables de nuestra propia seguridad y por eso somos nosotros mismos quienes debemos cuidarnos, protegernos, blindándonos y previniendo cualquier situación que conlleve a poner en peligro nuestra integridad física hablando en términos de inseguridad.
Podemos empezar dando oportunidades a aquellos que se dedican al matoneo por falta de empleo, por darle la oportunidad a  quienes buscan el mal camino por falta de acceso al campo educativo y laboral, podemos empezar cambiando nuestra percepción al respecto, sobre que nuestra seguridad depende del estado, podemos empezar por impartir esa filosofía, podemos empezar ayudando a que se garantice un verdadero acceso al mundo educativo y laboral, al mundo de las oportunidades, y todo eso se hace erradicando la pobreza extrema y eso bastante difícil es, no es negativismo, es la cruda realidad.
No dejes que te maten, no quieras salir con la boca abierta y llena de moscas en  Al Día, no quieras que todos vean la tristeza de tu familia, no quieras dejar a tus hijos huérfanos, a tu madre en pena eterna, a tu vida incompleta, no permitas que la tentación destruya tu estrella, no permitas que una bala acabe con tu destino, no dejes que un bum, apague la alegría de tu familia. NO DEJES QUE TE MATEN

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