Los días vienen cada uno con su
ajetreo, cada uno sigue viviendo su vida a su ritmo, descubriendo, disfrutando,
envejeciendo, ganando o fracasando, cada uno en su propio destino, cada uno
tomando decisiones trascendentales o no, cada uno siendo responsable de los
eventos que nos suceden, de las situaciones que enfrentamos, la vida que
vivimos a diario.
Cada uno en su sendero, cada
quien espera buenas cosas de la vida, cada uno asume la realidad, cada uno
espera vivir lo que el promedio de vida indica, todos esperamos vivir un
promedio de vida de 80 años o menos, pero las enfermedades, la contaminación, la
temperatura, las condiciones socioespaciales, el desempleo, y cualquier
situación inimaginable nos está matando, y quiero hablar especialmente de una
de ellas, el homicidio.
El fleteo, el narcotráfico, la
extorsión, rencores, celos, limpieza social,
venganzas, injusticias, secuestros, atracos, atentados, bacrim, balas
perdidas, vacunas, trasteo ilegal de semovientes, riñas, porte ilegal de armas,
armas blancas, guerras, ruletas rusas, robos, deudas, espionaje, inmigración
ilegal, polizontes, micro tráfico de sustancias psicoactivas, y cualquiera de
los delitos sinónimos de las situaciones que encadenan al homicidio en
cualquiera de los grados, culposo o no culposo.
No es necesario hablar de
estadísticas para identificar causas, no es necesario hablar de estadísticas
para procurar aumentar en seguridad, para hacer pagar a los culpables, para
liberar a los inocentes, para que nosotros, los ciudadanos comunes que nos toca
ver a diario en los noticiarios y en nuestras propias localidades como matan a
la gente sin importar quienes estén cerca o que eventos se estén realizando, a
los asesinos ya que les importa, a los asesinos solo les importa su recompensa
traducida en especie o en satisfacción, traducida en culpa o en enfermedad
mental permanente, en demencia o en un final pero que el que le ha propiciado a
su destino.
A decir verdad cada quien se está
volviendo insensible frente a esos actos, a cada quien le toca presenciar esos
actos casi que a diario, desde la perspectiva de un simple un ciudadano o como
todo un agente secreto de la seguridad nacional, todos nos volvemos insensibles frente a esos
actos porque con arrugar la cara mientras vemos o leemos las noticias no
solucionamos nada, y no invito a formar un frente de seguridad, porque con el
hecho de decir “pobrecito”, “¡ay! qué pena”, o efectos de esa clase no estamos
colaborando en nada para evitar que nuestra descendencia viva en un mundo
teñido de rojo, mucho más inseguro del que nos toca vivir a nosotros. En
realidad pienso que será peor con los días, mataran en nuestras narices y
nosotros como si nada importante hubiese pasado, pero nunca se sabe, si por
error o por balas perdidas seamos nosotros quienes hagamos parte de ese nada
importante evento que sucedió en nuestras narices.
Yo no invito a que investiguen,
no invito a que desmantelen, no invito a crear frentes de seguridad, no invito
a nada que exponga la vida, simplemente a que desde nuestro alcance tomemos
conciencia de que somos responsables de nuestra propia seguridad y por eso
somos nosotros mismos quienes debemos cuidarnos, protegernos, blindándonos y
previniendo cualquier situación que conlleve a poner en peligro nuestra integridad
física hablando en términos de inseguridad.
Podemos empezar dando
oportunidades a aquellos que se dedican al matoneo por falta de empleo, por
darle la oportunidad a quienes buscan el
mal camino por falta de acceso al campo educativo y laboral, podemos empezar
cambiando nuestra percepción al respecto, sobre que nuestra seguridad depende
del estado, podemos empezar por impartir esa filosofía, podemos empezar
ayudando a que se garantice un verdadero acceso al mundo educativo y laboral,
al mundo de las oportunidades, y todo eso se hace erradicando la pobreza
extrema y eso bastante difícil es, no es negativismo, es la cruda realidad.
No dejes que te maten, no quieras
salir con la boca abierta y llena de moscas en
Al Día, no quieras que todos vean la tristeza de tu familia, no quieras
dejar a tus hijos huérfanos, a tu madre en pena eterna, a tu vida incompleta,
no permitas que la tentación destruya tu estrella, no permitas que una bala
acabe con tu destino, no dejes que un bum, apague la alegría de tu familia. NO
DEJES QUE TE MATEN