jueves, 3 de julio de 2014

UN POCO DE MOTIVACION


Me pregunto cuántas preguntas a diario quedan sin responder, cuánto tiempo esperamos a diario para que algo cambie, cuántos momentos dejamos pasar por miedo, cuántos ratos hemos estado mirando el horizonte sin pensar nada y sobre todo cuánto hemos desperdiciado nuestra vida permitiendo que todo ello ocurra en nuestros propios ojos.

Nos lamentamos de todo lo que no fue y aún de lo que sabemos que no va a ser, nos entristecemos por delicadeces, nos perturbamos por cosas que al fin y al cabo nos importan poco y son esas urgencias que creemos tener las que le roban el tiempo a lo verdaderamente importante, así como las personas que están en nuestra vida, las que permanecen en el tiempo y las que solo van de paso, así hay que aprender a identificar las cosas para darles el valor que realmente merecen.

Con frecuencia encontramos mensajes de positivismo, de superación, pero realmente hay espacios que se propician espontáneamente, momentos que se dan por si solos, donde encontramos los mensajes apropiadas, las señales que necesitamos, las verdades que necesitamos para abrir los ojos, las luces para iluminar el camino.

Y el tiempo mismo siempre nos muestra en nuestra presencia obras mismas de superación, ejemplos claros y contundentes de que todo se puede, que no hay competencia más grande que uno mismo, que las limitaciones son mentales y que aunque todo esto que he escrito son solo palabras bonitas, debemos de recordar siempre que por encima de nuestra fuerza interior, de nuestras ganas de éxito y gloria no está sino Dios y su voluntad. Habrá desesperación, habrá desanimo, habrá desesperanza y quizá hasta sentimientos de fracaso pero lo que tienen que sobrar son las dosis de entusiasmo y motivación, porque son la frutica del pastel, el cilantro de la sopa, el baile en la fiesta, la personalidad en la persona.

Y no hay momentos más felices que otros ni objeto o persona identificable que nos pueda sobrepasar, porque las felicidades son distintas la una de la otra y se guardan como imborrables momentos en nuestro corazón como una sola cosa, porque la felicidad puede ser desde un beso inesperado hasta una atardecer planeado, desde un helado hasta la compañía en éxito de todos los que sabemos que queremos, y también sé que la felicidad es indescriptible, llega sin aviso o simplemente se despierta  porque siempre ha estado ahí dentro y muchos ya lo sabemos.

Así que solo puedo desear que nunca falten las oportunidades, la salud, la compañía, el amor, las caricias, los besos, los abrazos, el dinero, el empleo, la alegría, el entusiasmo, y aunque sintamos que todo eso está lejos de nosotros siempre habrá algo que nunca faltará, y es la presencia de Dios.


Que nunca se apague la fuerza dentro de ti!